La subordinación de las mujeres en el mercado de trabajo laboral no es un fenómeno nuevo, sino más bien una constante a largo plazo. La crisis económica de los últimos años, parece haber reforzado dicha subordinación; principalmente en los sectores menos favorecidos de las fuerzas de trabajo.
Los efectos negativos del actual modelo económico, sobre el empleo y el nivel de ingresos, influyeros profundamente en la vida familiar de los sectores medios y populares. Muchas familias se vieron afectadas por diversos cambios de roles, tanto ocupacionales, como valóricos, que alteraron el equlibrio de los presupuestos de gastos , pero también los necesarios equilibrios de convivencia.
Apoyándonos en estas palabras escritas po Graciela Ruis y Carlos Zurita, podemos argumentar otro de los diferentes ámbitos más destacados en los que se aprecian las diferencias en los roles de género.
Actualmente, podemos observar cómo la situación de la mujer ha cambiado; en relación a unas décadas anteriores. En nuestros días; según los índices estadísticos, las cifras de mujeres universitarias es superior a la perteneciente a los hombres.
A pesar de este hecho, en el momento de acceder al mercado laboral no es la misma situación. En muchos trabajos, se discrimina a la mujer, por su caracetísticas; especialmente a la hora de acceder a los puestos superiores de los mismos, ya que en su mayoría, están representados por figuras masculinas.
La situación de discriminación en el trabajo por motivos de diferencia de géneros, es algo que se está igualando poco a poco en nuestra sociedad, a pesar de ello, aún queda mucho camino por delante para que las posiciones entre hombres y mujeres estén totalmente igualadas.Los efectos negativos del actual modelo económico, sobre el empleo y el nivel de ingresos, influyeros profundamente en la vida familiar de los sectores medios y populares. Muchas familias se vieron afectadas por diversos cambios de roles, tanto ocupacionales, como valóricos, que alteraron el equlibrio de los presupuestos de gastos , pero también los necesarios equilibrios de convivencia.
Apoyándonos en estas palabras escritas po Graciela Ruis y Carlos Zurita, podemos argumentar otro de los diferentes ámbitos más destacados en los que se aprecian las diferencias en los roles de género.
Actualmente, podemos observar cómo la situación de la mujer ha cambiado; en relación a unas décadas anteriores. En nuestros días; según los índices estadísticos, las cifras de mujeres universitarias es superior a la perteneciente a los hombres.
A pesar de este hecho, en el momento de acceder al mercado laboral no es la misma situación. En muchos trabajos, se discrimina a la mujer, por su caracetísticas; especialmente a la hora de acceder a los puestos superiores de los mismos, ya que en su mayoría, están representados por figuras masculinas.
Esta situación a la que se está haciendo referencia ha ocasionado en nuestra sociedad el desempeño; por parte de la mujer trabajadora, de un doble papel: el de trabajadora fuera del hogar y el de trabajadora del hogar familiar. En la mayoría de las familias actuales, la mujer que tiene un trabajo fuera del hogar, también lo tiene en el interior del mismo; pues las tareas de cuidados de los hijos, familia y hogar, sigue siendo; mayormente, de la mujer.
Este video que se muestra a continuación, refleja claramente uno de los dos perfiles que caracteriza a la mujer, especialmente el referido al trabajo doméstico, el cual siempre ha caraceterizado las funciones de la mujer en la familia.
Para acompañar todo lo comentado anteriormente, se recomienda el visionado del siguiente fragmento de entrevista realizado por una profesora d ela facultad de Administración de los Andes. En la misma, muestra la relación a la hora de comparar la distribución del tiempo en los hombre y las mujeres, así como demás consecuencias extraídas de los resultados.
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